viernes, 6 de julio de 2007

ENSAYO SOBRE LA TECNOLOGIA EDUCATIVA

ENSAYO SOBRE LA TECNOLOGIA EDUCATIVA. “¿EL DOCENTE DEBE O NO USAR LA TECNOLOGIA EN LA EDUCACION DE LOS ALUMNOS?”


Ante los retos que se presentan como docentes, el aspirar a llegar a tener resultados exitosos en la enseñanza-aprendizaje apremia a tener que usar ciertos medios, técnicas, estrategias, ante tal situación. El gobierno mexicano ha tratado de equipar a las escuelas primarias, de computadoras o mejor llamado enciclomedia. Primero tendríamos que definir o analizar que clase o marcas de equipos se envían a las escuelas.

Hace tres años laboro en la escuela primaria “Emilio Portes Gil” ubicada en la R/a. Buenavista 1ra. Sección del Municipio del Centro. Hace dos años fuimos beneficiados con el programa de enciclomedia, equipando a cuatro aulas de computadoras, video proyector, y pizarrón electrónico, todo se veía muy bien, fue hasta después de tres meses de su instalación que los equipos fallaron.

Dos cosas por lo cual creemos que los equipos dejaron de funcionar una: no son marcas reconocidas, equipos de muy mala calidad, a veces pensamos que el gobierno solo quiere quedar bien ante la sociedad y no compran equipos que verdaderamente funcionen, otro de las cosas y es precisamente donde queremos darle la importancia. Los profesores no están a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas, profesores que no saben usar la computadoras, las autoridades educativas piensan que tan solo con un curso de una semana los profesores utilizaran al cien por ciento las maquinas.

Ahora ahí están las maquinas pero descompuestas, todo un derroche de dinero de parte del gobierno federal según para innovar la educación mexicana pero lo que no ven es que las maquinas tan solo sirven de estorbo en las aulas de clases ya que no sirven para darle uso.

Pero a pesar de todo eso, trataremos de ensayar acerca de que si los profesores deben o no utilizar la tecnología en la educación.


Primero analizaremos cuales son los beneficios que aportan las tecnologías educativas o de que se trata esto.

ANTECEDENTES.
Desde la creación del ser humano ha ido descubriendo y revolucionando el mundo en que vivimos constantemente. El hombre se ha dedicado a buscar nuevas formas para alcanzar lo deseado o mejorarlo y de esta forma se ha creado una nueva tecnología. Antes, las cosas se realizaban de forma manual. Esta era difícil y lento su procedimiento. No poseíamos facilidades o comodidades y la mayoría del tiempo se empleaba en las actividades pues sus métodos conllevaban largas horas de trabajo. Esto ocasionaba perdida de tiempo para empleados para otros quehaceres o trabajos y de igual manera ocurría en los hogares. De esta forma el ser humano se ha visto en la obligación de crear lo que hoy conocemos como la nueva tecnología.
La relación del ser humano con la tecnología es compleja. Por un lado, la utilizamos para ampliar nuestros sentidos y capacidades. A diferencia de los animales, el ser humano transforma su entorno, adaptándolo a sus necesidades, la reales y las socialmente inducidas, pero termina transformándolo a el mismo y ala sociedad. En sentido, podríamos decir que somos productos de nuestras propias criaturas.
En este ensayo me gustaría hablar en el sentido de que las tecnologías en la educación, son fuentes didácticas. Es decir considerarlas tan solo un medio mas en el rincón de recursos del docentes, sin asumir que las nuevas tecnologías están cambiando al mundo de los educandos.
Además siento que la materialización de algunas de las posibilidades que se vislumbra en las nuevas tecnologías dependen mas de las decisiones políticas y de compromisos institucionales que de avances tecnológicos o de disponibilidad de medios.

LAS NUEVAS TECNOLOGIAS.
El paradigmas de las nuevas tecnologías son las redes informáticas, los ordenadores, aislados, nos ofrecen una gran cantidad de posibilidades, pero conectados incrementan su funcionalidad en varios ordenes de magnitud, formando redes, los ordenadores no solo sirven para procesar información almacenada en soportes físicos(discos duros, disquette, C.D. ROM.) en cualquier formato digital. Sino también como herramientas para acceder a información, a recursos y servicios prestados por ordenadores remotos.
Otra de importancia es la interactividad. Es decir que el emisor y receptor permuten sus respectivos roles e intercambien mensajes, las redes informáticas como la Internet, es el ejemplo de esta forma de interrelación, permiten que los usuarios participen de nuevas formas de interacción social.
La digitalización supone un cambio radical en el tratamiento de la información. Permite su almacenamiento en grandes cantidades en objetos de tamaño reducido o, lo que es más revolucionario, liberarla de los propios objetos y de sus características materiales y hacerla residir en espacios no topológicos (el 'ciberespacio' o la 'infosfera') como las redes informáticas, accesibles desde cualquier lugar del mundo en tiempo real. También podemos reproducirla sin merma de calidad de modo indefinido, enviarla instantáneamente a cualquier lugar de la Tierra y manipularla en modos que nuestros antepasados ni siquiera soñaron. La digitalización de la información está cambiando el soporte primordial del saber y el conocimiento y con ello cambiará nuestros hábitos y costumbres en relación al conocimiento y la comunicación y, a la postre, nuestras formas de pensar.
Un efecto asociado a esta explosión, fácilmente constatable, es el aumento del ruido en la comunicación. Hoy tenemos mucha información (o pseudo información) , pero, ¿estamos mejor informados? El problema ya no es conseguir información, sino seleccionar la relevante entre la inmensa cantidad que nos bombardea y evitar la saturación y la consiguiente sobrecarga cognitiva. Algunos autores han sugerido que los medios electrónicos de masas han transformado nuestra forma de percibir la realidad. Entre sus efectos: la disminución y dispersión de la atención, una cultura "mosaico", sin profundidad, la falta de estructuración, la superficialidad, la estandarización de los mensajes, la información como espectáculo, etc. Los nuevos lenguajes audiovisuales han dado lugar a una cultura de la imagen en movimiento para la que, por ejemplo, la escuela, una institución primordialmente oral-libresca, no nos prepara. Peor aún, los medios de comunicación de masas han creado lo que se ha denominado una "industria de la conciencia", una recreación mediatizada y manipulada de la realidad, al servicio de los intereses que controlan dichos medios y que ha sustituido en gran medida a la realidad real.
Por otra parte, es habitual la confusión entre información y conocimiento. El conocimiento implica información interiorizada y adecuadamente integrada en las estructuras cognitivas de un sujeto. Es algo personal e intransferible: no podemos transmitir conocimientos, sólo información, que puede (o no) ser convertida en conocimiento por el receptor, en función de diversos factores (los conocimientos previos del sujeto, la adecuación de la información, su estructuración, etc.).
Sin embargo, pese a que las sucesivas revoluciones tecnológicas parecen haber alejado al ser humano (y sus herramientas y medios de comunicación) de la biología y de la naturaleza, algunos autores destacan el carácter nuevamente "natural" de los medios digitales. Levinson (1990), por ejemplo, explica la evolución de las tecnologías de la comunicación como una sucesión de tres estadios:
1. En el primero, nuestra especie se encuentra en un entorno comunicativo en el que todas las características del mundo natural percibido están presentes, pero en el que la comunicación está limitada por los límites biológicos de la vista, el oído y de la memoria.
2. Para superar dichos límites biológicos, el ser humano desarrolla nuevas tecnologías (i.e., la escritura, que preserva el saber más allá de las limitaciones de la memoria o permite transmitir a distancia el pensamiento). El precio es la renuncia al entorno de comunicaciones natural, de los sentidos, pretecnológico (i.e., el "silencio" del texto, del que se quejaba Sócrates, o la falta de interactividad del libro, por emplear la terminología moderna).
3. Los nuevos medios electrónicos (analógicos primero y posteriormente digitales) no sólo extienden nuestras posibilidades de comunicación más allá de nuestros límites biológicos, sino que recuperan elementos y características de la etapa pretecnológica anterior a la escritura (i.e. interactividad entre emisor y receptor, tiempo real, uso directo de los sentidos, etc.). La realidad hoy en día es experimentada vicariamente en cualquier lugar, en el mismo momento que sucede en la otra parte del planeta o es registrada para la posteridad. El uso de artefactos, curiosamente, nos ha devuelto los sentidos en la comunicación humana. El teléfono nos devolvió la conversación y eliminó gran parte de la correspondencia personal. La TV nos volvió a hacer testigos directos de los acontecimientos (testigos pasivos, por otra parte). Las nuevas tecnologías de la información, según Levinson (1990) y al contrario de lo que señalan muchos críticos, no están haciendo el mundo más artificial, sino, en el sentido indicado, más "natural". Evidentemente, es sólo una manera de verlo. Los interfases de usuario no son, ni mucho menos, naturales. La mediación del artefacto no es un proceso transparente. Tiene sus propios condicionantes, que debemos conocer si queremos emplearlas satisfactoriamente. Toda una escuela de pensamiento, la iniciada por McLuhan, cifra en el medio los determinantes fundamentales de la comunicación (¿recuerdan aquello de "El medio es el mensaje"?).
Ante esta situación me permito transcribir esto:
La educación es un sector tradicionalmente poco dado a novedades y cambios. Seymour Papert nos ofrece una historieta que ilustra los diferentes ritmos de cambio en educación y en la profesión médica:
Imagínense, dice Papert (1993, págs. 1-2), un grupo de viajeros del tiempo del siglo pasado, entre ellos un grupo de cirujanos y otro de maestros, que aparecieran en nuestros días para ver cómo habían cambiado las cosas en sus respectivas profesiones en cien o más años. Piensen en el "shock" del grupo de cirujanos asistiendo a una operación en un quirófano moderno. Sin duda podrían reconocer los órganos humanos pero les sería muy difícil imaginar qué se proponían hacer los cirujanos actuales con el paciente, los rituales de la antisepsia o las pantallas electrónicas o las luces parpadeantes y los sonidos que producen los aparatos presentes. Los maestros viajeros del tiempo, por el contrario, sólo se sorprenderían por algunos objetos extraños de las escuelas modernas, notarían que algunas técnicas básicas habían cambiado (y probablemente no se podrían de acuerdo entre ellos sobre si era para mejor o para peor) pero comprenderían perfectamente lo que se estaba intentando hacer en la clase y, al cabo de poco tiempo, podrían fácilmente seguir ellos mismos impartiéndola.
La moraleja del cuento es evidente: el sistema educativo no es precisamente un ambiente en el que la tecnología tenga un papel relevante para las tareas que allí se realizan. Es más, sus practicantes, tradicionalmente y salvo honrosas excepciones, se han mostrado bastante reacios a incorporar novedades en su estilo de hacer las cosas. Sin embargo, la actual revolución tecnológica afectará a la educación formal de múltiples formas. Así lo señalan los diversos documentos, estudios, congresos, etc. auspiciados por la Unión Europea sobre la sociedad de la información. En casi todos ellos se destaca un hecho importante: la sociedad de la información será la sociedad del conocimiento y del aprendizaje.
¿Sera cierto esto?.
Las instituciones que ofrecen formación presencial están comenzando a utilizar las nuevas tecnologías como recurso didáctico y como herramienta para flexibilizar los entornos de enseñanza/aprendizaje. No es descabellado pensar en programas mixtos, en los que los estudiantes asisten a unas pocas clases y siguen formándose en sus casas o puestos de trabajo a través de los recursos por línea de la institución, accediendo a sus profesores cuando lo necesiten. Este grado de flexibilidad permitirá que muchas personas con obligaciones familiares o laborales puedan seguir formándose a lo largo de sus vidas.
Esta nueva visión está propiciando la aparición de nuevos tipos de instituciones educativas.
EL RETO DEL DOCENTE Y ALUMNOS.
Los nuevos entornos de enseñanza/aprendizaje exigen nuevos roles en profesores y estudiantes. La perspectiva tradicional en educación superior, por ejemplo, del profesor como única fuente de información y sabiduría y de los estudiantes como receptores pasivos debe dar paso a papeles bastante diferentes. La información y el conocimiento que se puede conseguir en las redes informáticas en la actualidad es ingente. Cualquier estudiante universitario, utilizando la Internet, puede conseguir información de la que su profesor tardará meses en disponer por los canales tradicionales. La misión del profesor en entornos ricos en información es la de facilitador, la de guía y consejero sobre fuentes apropiadas de información, la de creador de hábitos y destrezas en la búsqueda, selección y tratamiento de la información. En estos entornos, la experiencia, la meta-información, los "trucos del oficio", etc. son más importantes que la propia información, accesible por otros medios más eficientes. Los estudiantes, por su parte, deben adoptar un papel mucho más importante en su formación, no sólo como meros receptores pasivos de lo generado por el profesor, sino como agentes activos en la búsqueda, selección, procesamiento y asimilación de la información.
Por otra parte, los nuevos canales abren un frente en los conocimientos y destrezas del profesor. Debe utilizarlos y ayudar a utilizarlos a sus estudiantes, como una herramienta al servicio de su porpia autoformación. De hecho, cada vez en más Universidades, los profesores atienden sus tutorías también por correo electrónico, tienen páginas web con los programas de sus asignaturas y las lecturas recomendadas (si están disponibles en formato electrónico) y utilizan los nuevos canales como medio de comunicación y para reforzar la interacción del grupo de estudiantes entre sí (por ejemplo, a través de experiencias formativas en las que participan estudiantes y profesores de diversas universidades). Las telecomunicaciones abren posibilidades metodológicas y didácticas insospechadas. Los estudiantes de una institución pueden acceder a través de las redes a datos, publicaciones, actas de congresos y simposios, etc. pero también comunicarse con profesores y expertos de otras instituciones, con los que intercambiar ideas y opiniones.
Sin embargo, las formas tradicionales de enseñanza (la "lectio") han resistido perfectamente los embates de la imprenta y la fotocopiadora. No sería extraño que resistieran también a las redes informáticas y los multimedia. No se trata ahora de condenar completamente una metodología de enseñanza que tiene sus virtualidades, se trata de ampliar el tipo de experiencias formativas de los estudiantes utilizando medios que van a encontrar por todas partes en su vida profesional y que forman parte de la cultura tecnológica que lo impregna todo.

Ante todo esto llegamos a la conclusión que el profesor juega un papel muy importante y responsable para encara estos retos. No podemos seguir siendo analfabetas ante una sociedad que exige que los educadores esten a la vanguardia de una sociedad cambiante, por eso el usar la tecnología en la enseñanza de los alumnos dependera del profesor si lo usa o no lo usa lo que si es cierto es que como docentes debemos estar preparados profesionalmente en todos los cambios repentinos tecnológicamente hablando.

Las equipos de mi escuela ya no sirven por que no se le dio el uso adecuado, esto implica que los que la usaron no estaban preparados a este nuevo esquema de facilitar el aprendizaje a los niños.
Considero que la tecnología educativa va mas alla de saber utilizar los medios audiovisuales, creo que desde el momento que se prepara una clase y se busca que recursos utilizare para dar la clase, desde ahí estoy innovando en mi enseñanza y por ende estoy utilizando la tecnología educativa.

Concluimos pues que el profesor es el unico que sabe cuando emplear la tecnología en su aula.


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ELIU SANCHEZ MARIN
ALUMNO DEL PROPEDEUTICO DE LA MAESTRIA EN DOCENCIA

1 comentario:

manuelvillegas dijo...

Compañero Emilio:
Estoy de acuerdo en tu conclusión.

Si el docente es quien desarrolla el entorno de aprendizaje de sus alumnos, el mismo docente debería ser la clave de la integración exitosa de las nuevas tecnologías a dicho entorno.